jueves, 27 de septiembre de 2007

El hombre infecto


Es una herida profunda. Una gran llaga en carne viva. Rellena de pus, desborda sangre todavía húmeda. Chorrea saliva que él me ha escupido. Bien puedo sentir como a cada momento se transforma. Se torna una inmundicia que corroe de a breves instantes la pálida piel. Le despierto violencia como al resto de los hombres e impulsos por demostrar que por mí no siente más que asco. Le repugno. Me lo dijo. No. No me lo dijo. Comienza con su dedo í­ndice a revolver en esa antigua herida que ha sido recientemente abierta. Reabierta. Grito y me desgarro mientras introduce sus mugrientas uñas y empieza a escarbar. Juega con el pus. Le gusta que yo sea infecta. Remueve sus dedos en el interior y me retuerzo de espanto pero parece no darse cuenta. Al mundo le gusta ser cruel. Innecesariamente. Es más difícil ser amable porque toma más trabajo. Como está imposibilitado de tomar conciencia se divierte con la ardorosa llaga que agranda raspando los límites. Cuando siente que estoy a punto de desvanecerme se vuelve indiferente. Sin embargo, al verme en el suelo me escupe de pie. Estoy ya sin voz pero me descubro invitando a una multitud a lastimarme y a meter sus mugrosas manos en la podrida llaga que soy.
Natalia Q.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

por fin! perfecto.
soy la llaga, dolor de amor no correpondido pero de mucho más: de la irresponsabilidad, del sometimitiento, de la imposibilidad, de la injusticia (supongo que en punto es todo esto lo mismo)
por otra parte no creo que sea más dificil ser amable. lo dificil es ver al otro, reconocer su necesidad, hacerse cargo y actuar en consecuencia.

un abrazo, amiga.

Rogelio Ferreyra dijo...
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alejandro cronopio dijo...

hay que ver cuan grande es la llaga con respecto a sus manos.
Gulliver no era Gigante...los otros eran enanos...



con esta frase malísima me retiro....saludos...

De los rubios dijo...
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Anónimo dijo...
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Unknown dijo...

Yo creo que usted debe trabajar sobre su amor propio. Y cito al maestro porque usted no puede ser nada, nunca será nada. Aparte de eso, tiene en usted todos los sueños del mundo.
Cordialmente,
Yo.

alejandro cronopio dijo...

Hay posibilidad que toquen en capital?





saludos...

De los rubios dijo...
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De los rubios dijo...

Rober: Tu comentario me ha resultado interesantísimo. En un primer momento me obnubilé al tratar de demostrar que yo no siento placer en el dolor ajeno. Sin embargo, el texto habla de causar sufrimiento sin darse cuenta, estar tan metido en la propia diversión, bienestar o, simplemente, en el matar el tiempo que no se frena un segundo para ver que eso que divierte a otro le está dejando heridas, e incluso heridas sobre cicatricez.
Natálica.

Libelula de Acero dijo...

yo me quede explorando mi morbo, porque soy hipersensible a estos textos malditos, se me revuelve el estómago y sin embargo... no puedo dejar de leerlo una y otra vez.
Excelente texto.
Y buen planteo del placer tan cerca del dolor.

Muchas gracias!

A. dijo...

Sí, se trata del dolor (propio y extraño); de la crueldad (que siempre es inncesaria). Pero también, perdón si estorbo en la oscuridad general, del pedido y el deseo de cuidado. De ser una llaga abierta y no ocultarlo y por eso pedir un poco de Farm-X. Pedido que no se dice sino que se espera sin más.

Saludo!

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Gracias Rober por aclarar el malentendido y es lo que quería decir. Nada hay demás.
y a Rogelio es genial que nos hayamos entendido al final.

Anónimo dijo...
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